jueves, 17 de julio de 2025

El castillo de los amigos

 Había una vez un ratón y una ardilla que vivían juntos en un gran castillo, en medio del bosque. Eran muy buenos amigos y vivían felices. Cada día salían juntos a buscar semillas y nueces para comer, riendo y jugando durante el camino.

Un día, salieron muy emocionados, convencidos de que encontrarían muchas nueces deliciosas. Pero al regresar, se llevaron una gran sorpresa: su castillo había desaparecido. Se había derrumbado por completo, pues era muy viejo y frágil.

Los dos se quedaron paralizados al ver que su hogar ya no existía. Se sintieron tristes y desamparados. Como vivían en una parte del bosque donde no había vecinos cerca, se sentaron a llorar desconsolados.

Justo en ese momento, un topo y sus amigos pasaban por allí. Al escuchar el llanto, se acercaron preocupados y les preguntaron qué había ocurrido. El ratón y la ardilla les contaron su historia con lágrimas en los ojos.

Los nuevos amigos sintieron mucha compasión por ellos. Entonces, el topo recordó que llevaban consigo una bolsa mágica de los deseos, que solo podía usarse para ayudar a quienes realmente lo necesitaban. Todos juntos cerraron los ojos y pidieron con fuerza el deseo de una nueva casa para el ratón y la ardilla.

En un parpadeo, la bolsa mágica cumplió el deseo: frente a ellos apareció una casita hermosa, fuerte y acogedora, construida con madera del bosque y rodeada de flores.

Desde entonces, el ratón, la ardilla, el topo y sus nuevos amigos se volvieron una gran familia. Aprendieron que, aunque las casas pueden desaparecer, los verdaderos hogares se construyen con cariño, amistad… y un poco de magia.

Fin.

Autora: María Xóchitl Hernández Calderón

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