Había una vez una niña llamada Luna que vivía en un bosque mágico. Un día, mientras exploraba entre los árboles, encontró un conejo blanco y suave llamado Copo. Era muy amigable y curioso, y Luna se sintió de inmediato atraída por él.
Copo le contó a Luna que existía un tesoro escondido en algún lugar del bosque, y que solo podrían encontrarlo si trabajaban juntos. Luna, emocionada, aceptó el desafío sin dudarlo.
Juntos comenzaron la búsqueda, siguiendo pistas y resolviendo acertijos. A medida que avanzaban, el bosque se volvía cada vez más mágico: las flores brillaban con colores intensos y los árboles susurraban secretos al viento. Luna y Copo se reían, se divertían y su amistad crecía con cada paso.
Finalmente, después de una larga travesía, llegaron a un claro donde encontraron un cofre brillante. Lo abrieron con cuidado y, dentro, descubrieron el tesoro: estaba lleno de semillas de flores, piedras relucientes y una nota que decía:
"La verdadera riqueza es la amistad y la aventura."
Autora: Wendy Areli Carmona Gaspar
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